SERES MÁGICOS

¿Sabíais que es prácticamente imposible conocer su verdadero nombre? La razón de ello es que, de saberlo, podríais tener poder absoluto sobre ellas…

Todas las hadas brillan, su cuerpo lo cubre una luz muy especial, y poseen alas transparentes de las que se ayudan para poder volar.

Hay tres tipos de hadas: de aire, fuego y mar; que ejercen sus poderes de control del agua y el viento, el fuego y el mar respectivamente en diferentes estaciones.

Las hadas del aire aparecen normalmente en primavera y sobretodo al alba.

Las hadas de fuego en verano y les encanta el mediodía.

Las hadas de mar prefieren el crepúsculo del otoño.

Durante el invierno duermen, y siempre lo harán el lugares donde la energía no sea negativa, si la hay se van; son seres muy sensibles y grandes amigas de los niños.

SERES MÁGICOS

MEIGAS: ¿BRUJAS BUENAS O MALAS?

Siempre asociamos la palabra meiga a bruja, pero sólo en algunos casos, donde se trate de esa adoradora del diablo con poderes extraordinarios para hacer hechizos malvados, procede relacionar estos términos.

Las meigas no son necesariamente portadoras del mal; muchas veces utilizan su sabiduría y poderes, heredados y desarrollados de generación en generación, para hacer el bien, curar, alejar los malos espíritus y energías negativas… mediante pócimas, amuletos…

En Galicia perviven muchos rituales a día de hoy, transmitidos oralmente durante siglos, en los que se buscaba la protección del hogar y de los seres queridos mediante amuletos fabricados artesanalmente, pócimas elaboradas con los frutos de nuestra tierra… De ahí la concepción de las brujas también como portadoras de la buena suerte.

SERES MÁGICOS

LA NOCHE EN TIERRAS GALLEGAS ES MÁGICA, Y COMO TAL LA LLENAN DE MISTERIOSOS SERES  

 

 

El trasno es un espíritu de la noche que puede adoptar todo tipo de formas corpóreas o incorpóreas, ambiguo como su habitat; puede presentarse como una leve brisa, viento, un rayo de luna, un murmullo de hojas… A veces se entretiene visitando las casas por las noches para llevar a cabo andanzas, travesuras, que desconciertan a sus habitantes; por si tuviera a bien visitar la tuya, ten en cuenta que para librarse de él hay que dejarle unas semillas de grano esparcidas por el suelo, para que se entretenga con ellas y no con lo primero que le llame la atención en tu hogar, ya que acabará abandonando la casa por aburrimiento sin dejar apenas huellas de su visita.